Mi padre tuvo en San Martín,Mendoza, durante varias décadas, su laboratorio de análisis clínicos porque fue bioquímico. Hoy está jubilado. Durante aquellos años sucedieron algunas lindas situaciones, de tinte algo cmicas, y originales. Una vez, llega el marido de la empleada del laboratorio, y ¿que traía?....en la sala de espera, llevaba como mascota, y atada con una piola, al estilo perro...una enorme araña pollito......Me dijo el nombre femenino que tenía, y la hizo caminar varios pasos, ante mi asombrada mirada.
En otra oportunidad dos obreros de una casa que estaba en construcción al lado del laboratorio, y que conocían a mi viejo, miraban la placa de bioquímico de mi padre que estaba empotrada en la pared. Uno de ellos me pregunta sorprendido: --qé dice aqui?....Y,claro se refería a un término profesional: --Análisis de es-PUTO....que es la saliva de la boca. La secreción bucal. El tipo ¡no quería leer!...jaa!!.....
Un día yo le acerqué al profesional que trabajaba junto a mi padre una ranita saltarina de metal...hacía un ruidito que el doctor escuchaba,pero no la veía....¡.ric-ric-ric!!....Mira, y sorprendido descubre mi chanza.....
Y lo que hacía por los años setenta, yo, era entrar a un lugar que estaba cerrado por cuatro puertas, es decir, la de la sala de espera, la de entrada a mi casa(que estaba unida al laboratorio), la puerta del baño, y la puerta al laboratorio....Entraba,y me quedaba encerrado, y tocaba la puerta del laboratorio,y decía--¡Ascensoooor!......Nada más recuerdo. Si me acuerdo de algo más, lo escribiré luego. Fueron entonces, humoradas de aquellos años en San Martín, ciudad que dejamos un 28 de marzo de 2005, para venir aqui a la capital de Mendoza, donde hoy vivimos todos.
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