Iba al mercado. Y en eso, veo a un joven en una verja, sentado en un rimcón, leyendo un libro. Le digo
--Esperáte que voy a mi casa. Ya te veo!
El chico habrá pensado qué le pasa a este tipo. Pues bien, como vivo yo a una cuadra, fui a casa y tomé mi celular. Volví y le digo:
--Poné el libro en tu mano de nuevo. ¡Te saco una foto!
En estos tiempos, un jovencito leyendo, es como para la posteridad. No?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario