Tomo el trole. Antes ya había hablado desde mi ventana, con una joven;yo le mostraba a ella, mi gato Tigre Y la chica me cometaba cómo se peleaba su perro-que tenía a su lado- con los gatos.
Al irme al café ufológico, me pasa esto. Subo y cuando voy a colocar la moneda, esta se sale, varias veces de la ranura del expendedor de boletos. Y digo:
--Total...uno tiene tiempo...por supuesto, hay que pagar estas latas que vinieron de Canadá, y fueron un negociado...--
Un tipo me dice:
--Apriete el botón blanco--
Lo hago pero me sigue rebotando las monedas.
--La próxima vez que me salga la moneda, me siento y listo...voy gratis...no es mi problema..--
Y entonces, le doy un golpe a la caja metálica. Una señora me espeta:
--La va a romper..--
--¡Pero si ya está rota,señora!---
Y luego, me sale el boleto, pero, una moneda.La agarro y digo a la gente:
-- Y bueno, la máquina me pagó el tiempo...ja!. Y me senté.
Llego al bar Five Stars. Y está Raúl. Con el converso algo. Luego llega Luis, y algunos otros más. Vino sólo una atractiva mujer. Nueva. El café número 11, ya estaba en marcha. Salió muy bien. Se charló sobre algunos sucesos. Y la foto de rigor. Al cabo de un rato, de los doce que éramos, 7 nos prendimos a ir a Canota, a comer una pizza, con gaseosas. Yo me fui con Ariel, en su auto. Y dos autos más,salieron con nosotros. Conversamos. Casi al final del trayecto un ovni. Una luz al oeste, blanca, dos o tres veces,Venus. Se apaga y se prende. Y pareciera, que bajó hacia el horizonte. Nos paramos a ver con los prismáticos. Opinamos todos. Yo les dije que vi asi, una luz similar, ya, en este año, 13 veces. Se convino que al final era una estrella brillante, tapada por la nubosidad de la noche. Yo no estoy seguro. Eso era un ovni. ¿Qué estrella hay en el oeste, a esa altitud, y tan brillante?
Luego la velada "paqueta". Mucho humor, simpatía. Chistes. Comimos. Los autos estacionados a la vera del camino. Entre los cerritos del pedemonte. Canota otra vez. Pero esta vez, por primera vez con el grupo del Café Ufológico de Mendoza. Le dije a Ariel:
---Tenemos que repetir esto. La naturaleza es hermosa, y no sólo nos tenemos que contentar con charlas del café, en Five Stars.
Los siete, en tres autos, llegamos a la ciudad. Eran las 2 y media de la mañana. Otra jornada feliz, esta vez, compartida con muy buenos amigos.
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