Cuentan que en los años 60, había un experto en arquería, de esos que tiran con el arco y la flecha. Y en una calle céntrica de Mendoza, hacia exposición de su arte. Vino una vez, un niño, con su padre. El arquero, le mostró su arte. El pibe se entusiasmó. Y el tipo se hizo amigo, para luego enseñarle toda su habilidad. El chico que se llamaba Juan,se convirtió en un excelente arquero, pero al cumplir 17 años, su maestro muere. Era tan la desazón, que dejó de hacer este deporte por otro. Se fue a Bs As, y empezó a atajar en el club San Lorenzo de Almagro....
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