Tomo el micro.Haré una visita nueva a mi café de periodistas y artistas. Ya son casi cinco años. ¡Qué buenos amigos!. Con ellos aprendí mucho.Aumenté mi autoestima.
Llego a La Barca. No había nadie, y pido un desayuno de los mios.Con tortitas y mediasluna.
Mientras lo tomo,pienso en positivo. En las cosas lindas de la vida.
Después, llega Julio con su hija y su nieto.
Hablamos de la importancia de la lectura. Decia Julio:
--Debo leer cuatro o cinco libros por mes. Por mi trabajo.
Comentábamos sobre politica, algo. Y nombra a Mempno Giardinelli.
No me quedo mucho esta mañana. Salgo del lugar, a las 10 y media.
Tomo el micro, y bajo en el Parque. Me recuesto en el césped. Digo poesía. Hablo con las palmeras. Estan muy lindas. Siento cómo ruge los autos, en la calle, y lo comparo con las olas del mar. ¡Cómo desearia estar nuevamente en el mar!.O en Chile,o en Mar del Plata. ¡Qué bello es el mar!. Con sus aguas y espuma. Grandeza. Belleza. Por lo pronto, tengo este Parque San Martin, hermoso. Muy bonito. Voy al bar de los Caballitos de Marly,para tomar una gaseosa. A la mesera le comento:
--Brindo por tu felicidad.
--Gracias!.
Voy llegando a pie, a mi barrio. Aunque usted no lo crea. De Ripley. En la dimensión desconocida.
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