Me iba a ver el cielo a Uspallata con los amigos colegas. Estaba todo preparado. Y ¡zaz!...sigue se nubló otra vez,con un aguacero de aquellos. Juaa!...Faltaba que cayera la gota de la artrosis. Ja!. Con mi amigo Walter tampoco pudimos ver nada, el otro día por las nubes y la lluvia. Entonces, le digo a Walter por teléfono:
--Che..Además de telescopios, vos vendes otra cosa. ¿No?.
--Si, oculares, filtros, etc...
--No, yo sé que vendes algo que me parece que voy a empezar a usar. ¡El laboratorio meteorológico!.
Y claro, es una caja con higrómetros, barómetros, veletas, etc....
Aunque usted no lo crea. De Ripley. En la dimensión desconocida.
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