Tomo el micro para hacer un trámite en el centro. Cuando voy parado agarrado al pasamanos del mismo, veo a un morocho con un reloj de oro.
--Che...chango...¿es de oro?
-.Si..-
.--Guarda con los cacos,eh. Te van a cortar la muñeca y no le va a quedar ni la cola, a la muñeca,eh. Ja!.
--No, no pasa nada. Lo llevo ahora, pero no lo saco seguido. Sólo de día.
--Igual, los cacos también trabajan con sol,eh. Ja!
Se rie, y nos pusimos a charlar. Me deseó felicidades, y yo también.Le dije
--Que tu señora te regale un auto para que no vayas más en micro.
Ja!.
---¡A vos también!
Me da la mano,y se va.
Luego, veo a un empleado de un narcotraficante. Idem, era. Ja!. Bajito, y con un bolso. Cara cortada. Parecia de la mafia, pero de la mafia de segunda, eh.
Hago el trámite, y vengo.
Aunque usted no lo crea. De Ripley.En la dimensión desconocida y descocida.
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