Estaba en el barbero. Y me cortaba la barba, Rubén. Mientras pasaba la navaja por mi cuello me dice:
--¿Te imaginas si en este momento me agarra un ataque de epilepsia?
Quedé frio. Abri los ojos como el loco más loco, de un hospicio. Uffff...
No es fino,señora?..,jaaaa
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