Estoy en el micro. Y veo que una chica, con uniforme de militar, habla por teléfono.
--Si, si. El sargento quiere que le traigan un velador.
Le voy a decir.
Entonces, parece que llama al sargento.
--Hola, Jaime. Ya tenés lo que estabas pidiendo.
La cuestión es que no le atendia, seguro porque como eran las doce y media o una del mediodia, tomaba una sopa con municiones, en el Regimiento.
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