En aquellos años, se vivía la última etapa del gobierno del Dr. Alfonsín, en Argentina, mi país.(1989) Yo era vendedor ambulante, y alternaba con la formación de una Academia de Dactilografia. Tambien hacia un programa sobre los ovnis. Antes de ir a la radio, a hablar del tema, me acercaba a mi amigo Roberto Funes, quien con su padre, eran los dueños del kiosco. En éste se vendian revistas, libros usados, golosinas, cigarrillos, galletas, etc...Mas o menos dos o tres veces por semana, y por tres horas, nos juntábamos hombres y algunas chicas, de casi todas las edades. Yo llevaba mis chistes escritos, y también improvisaba sobre la marcha. Fernando, el hermano de Roberto, era el más histriónico. Un día fuimos a bailar a un barrio en patota. Me acuerdo como si fuera ayer, cuando el Fernando iba saliendo del baile y nos dice a nosotros-.--La chica con la que bailé, hummm....mal...parecía uno de esos troncos que hay en Bariloche!...juaaa!!...jaa!.....Caminamos al barrio, no les miento, como 40 cuadras....Y ahi, si no me equivoco, Roberto, conoció a la que más tarde sería su esposa. (Si él lee esto alguna vez, me lo podrá rectficar o ratificar).
Habian algunos que contaban cuentos. Y yo algunas veces, imitaba a ciertos visitantes del "café". Un día un tipo, le dice a Roberto-delante mio, eh--¡Qué le pasa a este!....Sí, reconozco que siempre fui especial, abierto, loco....Gracias a Dios, hoy no me siento mal como en aquellos años. En San Martin, no se aceptó nunca a alguien diferente, que hagas chistes propios, que lea tanto, que se ria por cualquier cosa, y que incluso cuestione si tiene que salir a laburar de oficinista o con el auto a tontear por ahi.....De todas maneras, en el kisoco se me debe recordar como alguien muy creativo, distinto....Sé que Roberto, y Fernando -a los cuales hace más de siete años no veo- supieron y saben apreciar a la gente del mañana...gente que aporta algo nuevo....Y por supuesto,un buen día de febrero de 2005, me fui de San Martin....Para siempre....A llevar mi humor, mi ciencia, mis dibujos, mis ovnis, mi ser interior y exterior, a la ciudad de Mendoza. En dónde -quizás, no lo sé- tenga mi tumba......
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