Era el año 1988, y va al laboratorio de mi papá, una chica, espigada, de lentes, amplias caderas, con su hermana. Me pide un libro de Medicina. Se lo doy y conversamos un buen rato. Luego, viene a mi casa. Una vez más charlamos. Y cuando la acompaño a su casa, que estaba a 30 cuadras, se me pone a llorar. Se convierte en mi novia, al toque. Le empiezo a ver día por medio. Voy a las plazas, salimos a bailar, y vamos a Mendoza, capital. (Yo vivía en San Martín, de la pcia de Mendoza). Una tarde me dce:
---Te tengo que confesar algo--
---¿Qué?--le digo--
---Un testigo de Jehová me dijo que yo soy la reencarnación de Salomé, la que mandó a cortarle la cabeza a Juan, el Bautista, la hija de clandestina de Herodes, el rey,--
Cuando escuché eso, tragué saliva, y me puse blanco y amarillo. Por supuesto, como había leído bastante de esos temas, e insólitamente, pense algo, -va!, pensé, es un decir-. y ...le creí. He aqui entonces, quien escribe, el que fue novio de Salomé, muchachos...¿haber si alguien tiene una historia mejor?...eh?...Hoy tengo 53 años, para 54, y la verdad, no puedo creer en lo increíble de mi vida, y también, en ciertos tramos de ella, de mi soberana estupidez...
No hay comentarios:
Publicar un comentario