Salgo a la mañana a hacer algunas compras. Paso por la ferretería y compro un visor de soldador, para hacer observaciones del sol.Ya que ahora estoy en un grupo, en la red, de estudio del Sol. Aunque sé muy poco al respecto.
Al llegar a la farmacia, pido acohol medicinal, para limpiar mis prismáticos, y dos cajas de curitas. Miro a los costados, y a la chica le pido(como para desestructurar la palabra) una caja de forros...
Me mira con los ojos abiertos. Es asi, lo hice para animarme. Las mujeres que lean esto, sepan comprender. Yo opino que hay que atreverse a usar palabras que nos atan. No se insulta a nadie si se las utiliza. Por algo el negro Fontanarrosa, se fue de este mundo, "puteando" a los que prohiben las llamadas malas palabras. Lo hizo en un Congreso de la Lengua, en Rosario, Santa Fé. Por cierto, como dijo hace poco Jorge Sosa, a quien admiro y sigo, las palabras llamadas malas, hay que colocarlas en su contexto. Es decir, no es lo mismo decir "puta" en el aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras, que decirla, a las 6 de la mañana, después de un asado con vino tinto, y mucha guitarra...¿no?...Entonces, para este caso de un relato, es algo asi. Simplemente una manera de dejar de lado el escrúpulo que tuve para decirle a una mujer el nombre de un adminículo que también,además de condón y profiláctico, tiene este otro nombre, que no daña a nadie y que le sirve a ella para buscar en el estante al mismo, o sea: forro.
Bueno, eso hace. Va a un lugar de la farmacia, y antes me pregunta:
---¿Cuál quiere?--
---Marca Camaleón-
Y trae varios. Me espeta:
.--.Los hay texturados, con sabor...
Y le digo enseguida:
---Con sabor--
Luego me digo a mí mismo: "pueda ser que mi señora no me cocine"...
Entonces, pago y me llevo los condones con todo lo demás.
Al pasar por la calle Aguado, veo a una mujer, en un jardín. Pienso " a esta chica le voy a ofrecer trabajar para mi empresa". Entonces, eso hago. Le hablo de la Distrubuidora, y me dice que si, que iba a preguntarle a una amiga, porque ella no tenía tiempo .Me despido y le pregunto cuál es su nombre. Responde: "Ayelén". Y ella me contesta luego.
--¿Y el tuyo?.--
--.Oscar.--.. Y me despido para encaminarme a mi departamento.
Otro día lindo en la mañana de mi Mendoza, amado.
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