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domingo, 18 de noviembre de 2012
BREVES ANÉCDOTAS SOBRE NOMBRES "PROPIOS".
Bueno,siguiendo con mis historias reales, simpáticas, porque el humor lo vivo, no sólo lo escribo desde mi imaginación, les cuento lo que me pasó con nombres de personas en dos oportunidades. (Y quizás tenga más historias acerca de nombres...eh).
Me encontraba hablando con Maria del Rosario, una buen amiga de los años 80. Era, exactamente, febrero de 1981.En eso se estaciona un auto. De él, bajan varios jóvenes, dos o tres chicos, una o dos mujeres. Maria me presenta a sus amigos. Y me dice dirigiendose a uno de ellos;
---Oscar, re presento a ...Ricardo Bochini. (Estoy en San Martín, Mendoza,eh).
Yo lo miro al tipo, y lo saludo. Pienso "No sabía que Ricardo, mi ídolo había venido a jugar a Mendoza"...) No cabía en mi sorpresa. Sólo faltaba que estuviera vestido de rojo. Cuento: Ricardo Bochini, fue un jugador por aquellos años, de Independiente de Avellaneda,Bs As, Argentina,mi país, que año de ese encuentro con el homónimo doble, se desempeñaba como número 10 de gran talento, y casi mundialmente conocido por su hermoso fútbol, y obviamente, no era el...claro...jaa!. La cosa no termina aqui. Converso algo, que ya no recuerdo, pero sí percibo hoy, claramente que me dijo que le gustaba Maria del Rosario. Entonces, cuando el conductor del auto, nos invita a todos dar una vuelta, y subimos -incluso Maria- yo me subo en la parte trasera del coche, y le digo a Ricardo Bochini, al oído y con mi clásico humor "Si te enganchás a Maria del Rosario, te vas a hacer un golazo enorme!"...Se me rie. Asi es mi vida. Asi transcurrió. Ya saben,todo lo que escribo aqui es verdad,eh. Sólo lo matizo un poco,con algún dato anexo.
Vamos por otra cosa parecida, de nombres. Corría el año, 1989. Voy por la esquina de mi casa. Veo una mujer que camina delante mio, con un maletín marrón. De pelo corto, cortado con algo de flequillo. Por esas cosas de mi espontaneidad, de mi capacidad de sorpresa, de mi ductilidad(la cual también me trajo algunos problemas, en otras oportunidades...ja!), le grito, sin tener la más mínima idea de quien era...eh.
---¡Hola Graciela!--
Se da vuelta, y me dice sorprendida:
--¿Cómo me conoces?...¿quién sos?...--
La mujer se llamaba Graciela. Parafraseando a Jack Palance, en Ripley, "Aunque usted no lo crea"...jaaa!.....
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