Preparo la mochila con prismáticos, libro de astronomía y ganas de compartir conmigo mismo, nuevamente el Parque General San Martín. Camino las diez cuadras, con mi bolso en la espalda. Veo algunas mujeres, y pesar de llevar dentro, el catálogo de cosméticos, no ofrezco. Una viejita va a pasar la calle Boulonge Sur Mer, y la ayudo a atravesarla. Cuando he pasado con ella, al otro lado, me quiere pagar.
--No...no...abuela....
--Si, mijito. Aca tiene dos pesos.
Veo y son cien los pesos. La alerto.
--Señora, ¡me está dando cien pesos!
Mira y contesta:
.--Ah...perdón....¡no tengo los lentes!.
--¡Menos mal que no los tiene para ganarme unos buenos mangos!Ja! No, le digo en chiste. Tenga cuidado. Se encontró con alguien honesto, pero no son todos como yo, eh.
Me agradece, y se va. Claro, me da un beso, y me abraza con algo de lágrimas. Lindo. Lindo.
Al llegar al Parque veo que en la entrada hay una aplanadora que arregla la entrada, el lugar cerca de los Portones. Sigo hasta el bar de Los Caballitos de Marly. Y pido un desayuno ahi. Con dos medialunas, café con leche, y un jugo de naranja. Luego le pregunto a la mesera:
--¿Dónde hay comida china?. ¿No tienes alguna idea?.
-No, pero sé que los dueños de restaurante Las Tinajas, son chinos. Quizás pueda haber comida china ahí. Sino puede preguntar en la Secretaria de Turismo, al otro lado de aqui, del bar.
--Eso haré.
Y luego de tomar este desayuno, y leer el libro El Universo, de Isaac Asimov, me voy a la Secretaria. Llego y hablo con una mujer.
--Yo conocí a Apu Sang, un chef que tiene un restaurante de comida tibetana, en Chacras de Coria. ¿No puede averiguar algo?.
--Si, ya me fijo en internet.
Mientras averigua, yo me meto al bolsillo media docena de propagandas de turismo. Pára tener. ¿No?. Uno nunca sabe si las puede utilizar. Sobre todo en una etapa de turismo que estoy pasando. Ja!.
Viene luego la señora, y me dice:
.--Acabo de ver a ese chef. Pero no sale el teléfono del restaurante. Le voy a preguntar a mi hija que es chef. Quizas conozca el local.
Le habla y después me dice que no se pudo comunicar con ella.
--No importa. Vengo después. ¡Muchas gracias,señora!
Me voy a ver con los binoculares,los pájaros. Y me siento a leer otro poco del libro de Asimov. Hace bastante frío. Fresco pa chomba.Levanto carpa, enseguida. Camino hasta mi barrio. Pero veo a unos japoneses. Le digo a uno:
--¿Japan?..
--¡Yes!
--¡Tene boleta!
--No hablo es-pa-ñol..sólo po-quiti-to....
--Dejalo asi, ponja...¡Good morning!
--¡Yeess!
Y me voy , cantando bajito. Total, estos tipos sólo entienden de tintorerías. Planchas y planchas. Jaa!
Al llegar al barrio, entro a mi casa, y me hago un café. Sigo con las texturas. Mis dibujos. Aunque usted no lo crea. De Ripley. En la dimensión desconocida. Y descocida con hilos de oro y plata.
CHINITA NO QUELEL!!,,JA!.
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