Voy a tomar el micro. Venderé dentro de él. Va!. Haré la promoción de mis cosméticos. Cuando camino por la calle de salida del barrio, un auto, repleto, pero repleto de gente, se queda. O sea, le falla el motor. Y se baja una señorita. Me pide que junto a dos personas más, de su auto, empuje el coche. Y sale de adentro, un hombre con muletas, que en italiano, putea.
--Maaa...questo pasando!....mama miaa!..¡hay que ir al facultativo y nos quedamos!¡putanaa!!...
Entonces, pregunto al tipo:
--¿Esta mujer rubia es su ica?...
--Ma...si...es mi ica...¡ y no sabe manecar o esto anda como el culete!
Pienso "¡como le daría a su hija la pastachutaaa!!...jaa!".
Bueno, empujo y después se suben todos, para irse del lugar. La rubia, de tacos altos, pintada de arriba a abajo, me da las gracias, y con un beso. Quedo patitieso. Entonces le pregunto:
--No te digo que me alcances hasta donde voy, porque vienes llena...jaa!
Se rie, y se va. Que le vamos hacer,le hice sólo esta gauchada.
Después subo al micro. Sube otra rubia. La miro y le ofrezco el catálogo. Luego le digo:
-¡Si tuvieras veinte años o 25 años menos,te invitaría a tomar un café!
--Jaa!..Bueno...
--¿Estoy loco o me dijiste que si?. Porque soy muy viejo o muy joven...
--Jaa!
Se vuelve a reir, pero luego se baja.
Ofrezco a varias mujeres más. Y hago todo el recorrido para bajar donde me subí. Llego a mi casa,. Me tomo un café, leo astronomía y dibujo. Aunque usted no lo crea. De Ripley. En la dimensión desconocida.
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