Tomé mi mochila, le puse el prismático, el mate, dos libros, y salí al Parque General San Martín. En este día, iba a estar el lago totalmente vacíado, con la tierra en el fondo, y preparado para que la gente lo recorra por dentro, o por debajo. Se está haciendo una limpieza, y en un mes más, será llenado nuevamente,con límpida agua. Esto lo escuché por radio, hace unos tres días. Entonces, ya tenía programado un pic-nic. Y lo hice.
Me fui caminando. Me senté en un banco del Parque,frente a los Caballitos de Marly. Allí, con una fibra negra que tenía en la mochila,escribí sobre el asiento, el siguiente aforismo: "No existen ni el bien, ni el mal; sólo el amor y la ignorancia". Firmé Olfi, mi seudónimo. También el nombre de una mujer que amo profundamente: "Laura".
La explanada con los autos estacionados, y ahi, me puse a leer y tomar mate. Vi con mis prismáticos, las palomas, las palmeras, y la rotonda, el llano con interesantes chicas. Ja!. Se encuentran cuatro grandes luminarias, y los mástiles para eventos políticos o patrióticos.
Estuve tranquilo y fiel a mi estado de ser, charlé algo con personas que pasaban. Una llevaba una perrita que se llamaba Milly. Y otro chico, pasó con su novia. Le digo:
--Estas desabrigado,pibe...
--No importa. Tengo antibióticos que me da mi papá que es médico..jaa!
Bien por el humor. Ja!
Luego cargué la mochila, y fui al lago seco. Antes compré unas galletas con maní con chocolate. ¡Me dieron la caja a la mitad!. Se comieron algo.Ja!. En fin, los que quedaban estaban ricos. Fui al baño, y me dice la mujer:
---Deme lo que usted sienta...
--Siento ganas de orinar...
--Jaa!
--Le doy dos pesos...
--Gracias, amigo!...¡y que se le pasen las ganas!
--Eso espero. Si es que no me vienen las otras ganas más "gruesas"...jaa!. A propósito ¿hay papel?..
--Poco, si no, con la manito amigo....Se lava, y listo...!
La miré con poco agradecimiento. Ja!. Pero no vinieron las ganas "dobles"...ja!
Caminé por el lago seco. Después miré con mis prismáticos, a un tipo que volaba en un parapente, con motor. ¡Por encima del lago!. Muy lindo.
Caminé un poco más, y me fijé en un grupo de jóvenes que hacían malabares, con clavas celestes y naranjas. Habían puesto una especie de red, y las tiraban como jugando al vóley. Otros dos, se tiraban las clavas y las campujaban. Un lindo espectáculo. Mucha gente mirando. Jóvenes más que todo. Más allá, un circo. Y de tanto en tanto, pasaba un trencito que llevabaa turistas. Miré todo y me fui. La pasé muy bien. Solo pero acompañado con la alegría y la paz. Tomé el micro, y llegué a mi casa. Un café y música. Lectura. Aunque usted no lo crea. De Ripley. En la dimensión desconocida.
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