A la mañana ya había estado en el café La Barca tomando algo. Y haciendo trámites. Ahora en la tarde, me preparaba para ir a mi café de ovnis, con mis amigos y colegas. Llevaría mi artesanía astronómica. Un contador de estrellas y cuadrante.
Tomo el trole y llego,como es mi costumbre, una hora antes de la hora convenida. Empiezo a leer el libro de mi amigo Armando Zandanel. Sobre la Cruz del Sur. Un libro sobre astronomía. En el momento en que hago esto,llega mi colega Mariano. Me saluda y hablamos. Después llega José y Luis, mi otra colega, y junto a mi, coordinador del café ufólógico.
Nos juntamos esa tarde, ocho colegas. Se habló del terremoto del 85, su óptica ovni. Se hicieron algunos chistes, como es nuestra costumbre coloquial. Yo cargo a alguno,como también lo hacen conmigo.
En eso, cuando voy a pagar mi gaseosa, Fanta, se me caen 20 pesos. No me había dado cuenta y la rubiecita, mesera, me avisa y dice.
--Se lo levanto y se lo doy, antes que me lo agarre para mi,eh..
--Gracias!.¡Con esto ahora vas a tener propina doble, eh!...
No se alcanzan a dar cuenta los demás.
Seguimos hasta las 10 de la noche. Pensamos en salir nuevamente a algún lado. Uno de nuestros investigadores, Ariel, propone que hagamos cine, ver alguna película con debate. Eso hariamos en algún momento. Yo le regalo a la hija de Ariel, un frasquito con sal coloreado. Una artesanía. Habia sido ya, fotografiado con mi aparato de madera. Salimos en la foto, como cada reunión. Me cargan por mi adminículo. Pero sale, no más. Como lo deseaba. Hay que innovar. Y eso hago desde hace tiempo.Además, viene al caso la astronomía con la ovnilogía. Terminamos la reunión. Nos vamos junto a Ariel y Luis. Hablamos un poco en la entrada del pasaje de negocios. Lo acompaño a Luis, y voy a toamar el trole. En ese momento veo que está,como en la misma mañana, un hombre que vi ese dia, y suelo ver, que vive en mi barrio.Viene del cine con tres hombres más. Dijeron que habían visto una película portuguesa no muy buena. Me cuenta que conoce seis idiomas, además, del portugués. Que conoce España, Mejico, Guatemala, Peru, Grecia, Italia, Alemania, muchos paises. Nos hacemos amigos, además de que somos vecinos del barrio. Dice que es aficionado a la arqueología. Comento que yo estudié esa carrera de oyente, el año pasado. Conoció a Juan Schobinger. Como yo. Es originario de Bs As, y vive aqui hace veinte años. Es médico jubilado. Al bajar del trole, y llegar al monoblock, que se encuentra a una cuadra del mio, nos pasamos las direcciones y los teléfonos. Ya nos veremos.
Luego voy al depto de mis padres. Son las once de la noche. Allí, le digo a mi madre que con la rotura de un banco que era de ella, hice el aparato en cuestión de astronomía. Elsa, dice que yo miento.
--En serio, en serio, Elsa....no miento!...se me rompió!...
Nos reimos porque ambas, -mi mamá y ella-.dicen que yo miento y que me piso.
--No me piso...más bien cambio el paso..jaa!
--Ahjaa...no...vos mientes...
Agrega la porteña amiga de Bs As.
Y asi estamos en la noche.
--No me digan nada....yo hice eso porque me inqué fuerte, y se me r
ompio.
Como me rio al decirlo, sospechan. No. Se rompió y le di un uso creativo. Todo para ser un pocó más feliz mi hobi de los astros. Asi es, la cosa.
Que patatín..que patatán....me voy a dormir contento.
Y que soñemos todos con los ángeles y las estrellitas. ¿Por qué no?. Lo que hace bien a uno, no hace mal a otros. Por lo menos, en mi caso. Aunque usted no lo crea. De ripley. En la dimensión desconocida y descocida, con hilos de plata y oro.
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