--Buenas tardes...quiero volver a ser niño...y me contás cómo se hacen los copos...
--Si...si...se le pone un colorante, rojo, azul, violeta, y se lo pasa por esta rueda, que mezcla el azúcar, y sale asi...¿ve?..
Y una mujer, me entrega la "paleta" de azúcar pomosa, copo, grande, que hacía por lo menos cien años que no comía...eh...Siempre,como es mi costumbre, hay que hacer cosas nuevas...¿no?. Pago, y les deseo mucha venta y felicidad.
Me voy comiendo el copo. Tomo asiento en un banco. A los cinco minutos, viene un hombre y me habla de los copos. Me saluda. No me gusta mucho, su acercamiento. Llevo el bolso y...los prismáticos. Ya me habían visto con ellos el otro día, quizás. Le digo:
--Me voy a limpiar las manos de azúcar más adelante en un bebedero, amigo...
Escapo.
Al llegar al bar de los Caballitos de Marly, me siento en un banco. Veo la gente. Saco el mate, el libro y mis prismáticos. Veo árboles, pájaros, y leo, un rato. Saludo a algunas féminas. ¿Por qué, no?. Si lo hago con guarangadas, está mal. Si no lo hago, está mal,porque no me animo, cuando puedo hacerlo. Y me hace bien, a mi autoestima. Me atrevo a todo. Claro, pero nada más. Las chicas vienen a divertirse, pero no a pernoctar conmigo, por lo menos, a las tres de la tarde, y en pleno parque. Encima no me bajo en un renault fuego,eh. Vengo a pie, con una mochila de "turista".
En un momento, empiezo a tener dolor de estómago. "Uf...¿si es cagadera?...no me gustaros los retortijones". Pienso. Si voy al baño público que está a diez metros, me pueden afanar. Tengo el bolso y los bino. Entonces, cuando llevaba 45 minutos, empiezo a tomarme el palo. Y lo hago a pie, hasta mi depto, porque los troles ahora el primero de mayo pasan cada muerte de papa. Comienzo a caminar, y al ir por la mitad del recorrido, se me va el dolor, o el retortijón. Dicen cuando uno va a comer algo antes de almorzar, o sea, un picado, "voy a engañar al estómago". Lo hice muchas veces, pero esta vez él me engañó a mi. Porque se me fue el dolor-pequeño, debo admitir- y ya no podía volver al parque...¿no?. Cuando voy por la avenida Boulogne Sur Mer, le pregunto la hora a una pareja de hombre y mujer. La rubia de un bolso saca el celular y la dice.
--¿Son extranjeros?.
Pregunto. El tipo dice:
--Sriisii...soy de Italia, y ella de Francia.
La francesa tiene pelo rubio, y ojos celestes; su cabello tiene una colita. Tienen pinta de venir del parque.
--¿Les gusta Mendoza?..
--No mucho...no hay ..digamos...¿edificios altos?..
Dice el muchacho de unos 35 años.
--Si, tu dices ¿rascacielos?...no, ....¿les gusta el lugar de la naturaleza, en el parque?
La rubia no hacia cara muy linda. Las francesas, -ya me lo dijo, una, especial, que conocí hace unos meses en el centro de la ciudad- son medio oscas, serias, y muy apegadas a su Francia natal. La chica no habló nada; sólo me dijo la hora, y el italiano se explayó mas. Como si fuera más abierto. Por lo menos, eso me pareció.
--Bueno...que disfruten Mendoza, y sea muy felices..
--Gracias!.
Acota el italiano.
Sigo mi caminata. Con la charla, olvidé qué hora me dijo. Jaa!. Entonces, le pregunto a otra mujer a la altura de la cárcel de la Boulogne Sur Mer. Lo hice bien, porque si no, ahi no más me hacen saltar por las rejas, y me meten.Jaa!. Son las 4 y 15. .A pocos metros, veo que -frente a los grandes pabellones de la penitenciaria- hay un carro de asalto con varios policías, Desde una casa de enfrente del edificio para delincuentes, hay un tipo con pantalones cortos que vocifera y mueve los brazos. Dos policías, lo toman de las manos, y lo esposan. Huaaa!!!....¡Adentro mi alma!....¡Y está cerquita,eh!..como a tres metros...jaaa!!!..Debe hacer sido alguna redada de un fugado, o algo parecido. Enfrente, desde la cárcel, se rien dos policías más. Ambos llevan itakas. Huaaaa!...En esto Mendoza, todos los días pasan cosas.Siempre y cuando uno salga y disfrute. Se porte bien, y mire, mire, y participe, o no....como ahora...eh...Caminé rapidito y ni miré para atrás. El tipo seguía gritando e insultando. ¡Otro pa dentro!.....
Llego a mi barrio. Me tomo algunos mates. Ah...el estómago,-ironía.- me cagó la tarde. Jaa!.Pero sigo contento igual. Escucho musica de la radio. Escribo esto. Aunque usted no lo crea. De ripley. Y otra vez, en la dimensión desconocida, eh.
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