Me levanto temprano. Me había acostado anoche, no muy tarde. Tomo un café. Escucho radio. Y escribo algo de astronomía. Al sentarme en el sillón,medito algo sobre mi día y los días anteriores. Luego tomo mis prismáticos, y voy al patio. Miro palomas. Dos de ellas están en una chimenea, o rescoldo del monoblock. Pasan otras volando. Están contentas como todas las mañanas. Observo un perro negro enfrente de mi patio. Miro hacia el cielo,las nubes, y el cielo celeste. Hay sol al este. Sale de a poco. Son las 9 menos cuarto. Al mirar al sur -suroeste, pasa un avión a reacción.De este a oeste. Lo veo sobre todo con los binoculares. Sin ellos, se nota una mancha blanca, su cola de gases. Es un avión largo, de color blanco algo plateado. Pasa raúdamente, por espacio de uno o dos minutos. En eso, viene Raúl, a buscar el auto que le guardo en el garage de mi patio.
--¿Que tal?
Me dice.
--Bien...aqui ando viendo el Come 4...-
--¿Dónde es eso?..-
Ja!-
--Si, tenés razón....si seguimos asi, no van a comer ni dos...
--Ja!
--No va a comer nadie...ja!...
Se va sonriendo. Y yo me voy a mi depto, para escribir esta crónica. Aunque usted no lo crea. De ripley. En la dimensión desconocida. Hilando fino, sigo estando feliz; Jack Palance me lo aseguró también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario