Preparo mi bolso, con un par de libros, y los prismáticos. También me llevo el catálogo para trabajar. Tomo el micro, pero me da otra vuelta. ¡Lo agarré mal!. Bajo y tengo que caminar. ¿Cuál es el problema?. Al contrario, paseo y lo hago por la Boulogne Sur Mer. Ya, empiezo a ver a futuras clientas de esta paqueta calle,eh. Edificios importantes, autos importados..bua!...Y llego al bar de la calle Arístides. Le hago la ficha cosmetológica a la joven. Escribo todo, pero no compra. Igual, pido ver algún libro. Eso hago. Leo uno, por una media hora. Pero me equivoco, porque Laura me comenta:
--Mira, no abras mucho la tapa del libro porque se puede romper, y yo lo vendo. Si no lo compras, no debes hacer eso. Y tienes que consumir algo....
--Perdón!--
Cierro el libro, al instante.
--Disculpame....ya te consumo algo....lo que pasa es que...
--No, no importa...le digo porque nosotros tenemos que amortizarlos....
--Nada, lo único es que si te parece, puedes ver el catálogo, ya que la otra vez, no cumplí con ustedes y no se los conseguí. Quedé mal, entonces, pueden tenerlo ahora, por un tiempo..
--Bueno...me lo dejas, y ahora que tenemos un tiempo lo vemos....la semana que viene lo buscas...
--Si,claro..pero debe ser mañana o el jueves,porque yo trabajo con este librito....
--Bueno, mañana lo puede venir a buscar...
---Gracias!-
Las saludo a las dos con un beso. Me voy.
Después, paso por la esquina donde está el pastelero. Compro un sólo pastelito, no sin antes, saludar a este hombre. Le doy 2 pesos. Pero vale dos y medio.
--Deje, los cincuenta centavos, me los debe para otra vez...
-Muy bien. Gracias. Yo recuerdo cuándo hablamos hace un tiempo; después de un buen rato de laburo, viene muy bien sus ricos pastelitos....eh...
Le doy la mano y me voy, al Parque.
Entro detrás de la cancha de Independiente Rivadavia. La lepra mendocina. Está algo oscuro. Pero se ve la luna a la que observo por quince minutos.Está hermosa. Como hay nubes, parece moverse. Luces grises y blancas las rodean,com si se tratara de un Ser con las manos abiertas....Un ángel del atardecer. Veo algunos pájaros, de la tarde. Estoy cerca de un gran tronco de árbol. Una casa que parece ser algo de la cancha, al lado del estadio. Se ven las gradas. Si me vieran los albirrojos. No les gustaría, je!. Pero jamás asistiría a ver la lepra, eh. Solo estoy de tarde, y en el bellísimo Parque San Martin.Algunas nubes, engalanan la tardecita. Coches por la calle céntrica de Boulogne Sur Mer. Me alejo a un árbol,porque tengo que evacuar mi vegiga. Je!.Me hago un pichí. Después sigo mirando la luna.Siempre con los binocualres,claro. Hermosa. Sigue en su cuarto creciente. Por llegar al novilunio, a la llena. A la del lobo. ¡Pero estoy en la cancha de la lepra! . De la contra, je!. Del rival eterno del lobo, cancha que voy a ladear en unos minutos, porque está camino a mi departamento.Entonces, me voy porque ya es noche. Son las 7 y media. Camino un rato, y llego a mi barrio. Está la señora Laura, del monoblock de mis padres, y la saludo con la mano. Luego saludo a Gretel, que se encuentra en la entrada de otro monoblock. Cantaba mientras llegaba a mi casa. ¡"Me gusta el mar, tengo alma de marineroooo!...¡mi bandera va adelante y mi corazón detrás! ".....Palito Ortega. el rey de los años 60 y 70. Al entrar escribo esto. Aunque usted no lo crea. De ripley. En la dimensión re-desconocida, y re- descocida, con mucho hilo para seguir hilando, eh. Y del bueno.
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