Me puse a hacer la caminata, de norte a sur, y de sur a norte, por el barrio Cano. Empecé a patear, y vi perros de todos los colores. Marrones, blancos, grises, petisos, pitburgs, etc..etc...Levanté -como es mi tarea ecológica- algunas botellas plásticas. Pasé y vi uno negro, grande "no, perrito...yo te quiero, es el día del animal..".-Le dije mentalmente. Otro, era pequeño,y ladraba el h. de p...como frenético,o contento por su día. Los demás, estaban encerrados en sus patios, y uno de ellos, parecía un caballo. ¡Qué mastin!. Los demás, eran medianos, pero después vi otro bravo. Antes fui al hospítal Lagomaggiore, a llevar el catálogo. Me atiende una portera.
--Te traigo el catálogo para que lo mires vos, y todas las enfermeras...sin compromiso..Ahi tienes mi teléfono, dirección, todo. Pueden elegir y le traigo los productos, en cinco días...
--Bueno, venga a buscarlo mañana.Se lo dejo ahí, en mesa de entrada...
Me fui, y cuando venía bajando, veo a una menuda chica, con un tatuaje en el hombro. Lleva un perro marrón terrible.
--¿Qué marca es ese masting?..
--Pitwoll..
--Guarda...puede ser peligroso...
--No, pero es cachorro..
--Pero si yo me quiero acercar a vos...¿cómo hago?...Es bravo, eh...ja!...siempre ten cuidado porque a veces, atacan a sus dueños...eh...
--No, no ..no creo...
Me despido de esta breve charla, y llego a mi departamento. Aunque usted no lo crea. De ripley. En la dimensión desconocida, y cosida con hilos de oro, plata y cobre.
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