A los 12 años, le voy a dar un beso a Gardenia, y le pongo la mejilla, y ella sin querer, me pone la boca., y yo también le pongo la boca...nos ponemos rojos como un tomate perita....
A los siete años, con Ricardo, un amigo de la infancia y la adolescencia, poníamos una pila de cajones, cajas, etc...y al mirar, la luna llena, decíamos:
---Queremos ir a la luna--
Al final, llegaron los de la Apolo 11. Y nosotros, aqui en la Tierra.
Una vez nos peleamos con Juan, un amigo de antes y ahora, con cuatro pibes. Nos agarramos a piñas. Pero, no pasó nada. Después todos nos pusimos a jugar al yo-yo y las figuritas....
Una vez Ricardo, me afanó una pista. Y siempre dijo que se le perdió. ¿La tendria en la casa de Reuteman?...Ah....ya tengo una pista....Puede ser, que la haya vendido....bue!....Elemental, Watson....
Otra vez, Ricardo, me afanó una figurita con la cual se ganó algo, porque era la que le faltaba para llenar el albúm. Y tengo memoria de elefante. Era la foto de José Larralde. Cada día canta mejor. Y yo, cada día, noto que Ricardo, desafina mejor.
Ricardo, otra vez, me robó un mes de trabajo con los bomberos. Pero ya teníamos 32 años, eh. El fuego se apagó. Ya no somos amigos. Y tampoco -por lo de la metáfora-tampoco fuimos nunca amantes, para los mal pensados.
Y la niñez, se acabó. No hubo mucho que recordar. Si, fue muy hermosa,porque a los 12 años,gané un campeonato de tenia de mesa. Nadie me ganaba. Era un az. El ping-pong.Pasión hasta, mas o menos, los 22 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario