Corrían los años 90. Y me encontré con una familia de Junin.Era una señora, con varias vecinas.
--Fijate,Oscar...(y coloca su mano en el pecho, y con la otra hace una especie de saludo con la mano y el brazo en "L") saludemos a esa nave...-
Yo miro y veo una estrella. Es más, creo que era Sirio o Canopus. Alguna de ellas.
Y me pongo como todas las mujeres a saludar. Total, qué perdia.
Tengo tantas experiencias, amigos. No sé que pensar. En una de esas, todos somos contactados. O todos ¿somos unos ansiosos en búsqueda de respuestas a esta tan pesada vida que nos tocó vivir?. Yo, le extraigo una enseñanza. Me parece válido. Para ser feliz, hay que vivir sin prejuicios. . Y sobre todo, animarse a atreverse. Ir para adelante. Es así, como -a pesar de muchos sinsabores, a veces, enormes- mi vida es y sigue siendo, divertida, cómica.
La otra familia la conocía en la décad de los 80. Iba a conversar y contar chistes. Un amigo de la familia, me solía decir que " me carburaba mucho la cabeza para inventar chistes". Y le conté el de Cristo.Para qué. Estuvo semanas recordándome el cuentito. La familia, tenía mi mismo apellido Ferreyra. Almorcé. Cené. Esrtuve con ellos, unos dos o tres años. Pero hace ya, por lo menos, 20 que no los veo. Siempre mi gratitud para los Ferreyra. Adriana, y sus padres. Ella, es muy bonita. Fue buen amiga. El matrimonio. Daniel, cuñado de Adriana, y Anuar, el amigo de la familia, muy buenos. Anuar, siempre lo recuerdo, por su humor y la propaganda que me hacia de mis cuentos. Ibamos al pull todos. Comíamos pizza.Veiamos televisión. Charlábamos. Nunca hay que olvidar los momentos alegres. La vida es muy difícil, pero todavía hermosa. Hagamos un ágape, y una ceremonia, por todos los que la viven. Bien y mal. Vale la pena. Dios y la vida misma, nos lo recompensarán. Eh.
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