Luego parto para el centro. En la avenida Colón, compro la revista Muy Interesante. Y un crucigrama. Son buenos para la memoria. Ya comienzo a transitar, lentamente, hacia la tercera edad..No soy viejo. Pero.... Menos cuando tomo un rumbo inusitado en mi vida de armonía, ritmo y actividad. Lleno de ideas y de ganas. Ya le dije a un pariente "quiero el campeonato"...
Bueno, por supuesto, cada mujer que veo, le ofrezco mi catálogo. "No, gracias...no,gracias..". Igual, se trabaja. Se insisti. Si dicen "no", con más fuerza le doy al laburo.
Pero llego a un restauratne. Muy lindo. Ahí desayuné hace una semana,nada más. Me pido un "combo".Jugo, medialunas, cortado...y sigo con el laburo, porque a la mesera, le hablo de mis cosméticos. Le doy mi téléfono.
Mientas veo a dos hombres, sentados cómodamente, con una señorita que les coloca la sombrilla para el sol. Qué caballeros. Hasta que el tipo se levanta y la ayuda. Entre paréntesis, la chica de pantalones azules, cortos, y remera rayada, es un primor. Muy bonita. Los hombres son mayor que ella.
Asi va la mañana. Veo la calle Aristides. A donde estoy. Restaurante "Sabina". En la esquina de Martinez de Rosas. Allí, en esta última calle, ya hice una venta. Va!...tengo que ir a decirle a la familia, que ya tengo el producto. Me lo pagan. Estoy seguro. Y luego de desayunar y leer la revista, camino 50 metros y toco el timbre de mis clientes.
Sale desde el fondo del pasillo, un jovencito. Me dice que el padre-quien me compró la crema- no está. Sólo a partir de las 17 hs. Le digo que mañana o el jueves, paso. Pero le voy a llamar por teléfono.
Sigo viaje. Ofrezco a las mujeres que voy enconrando en mi camino. Dejo el teléfono, a dos más. Camino las 20 cuadras hasta llegar al barrio. Entro y me hago un mate. Son las 11 de la mañana.Todavía el día continúa en lo referente a contingencias, y creatividad personal. Veremos. Ahora escucho, mientras escribo esto, al grupo Durán Durán.
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