Sin dudas. Fue un éxito. Comenzó así:
Me voy a pié las doce cuadras que me separan de la calle Artístides Villanueva, muy cercana al lugar de teatro. Al llegar, pregunto por dónde es -en un pasillo largo- el lugar donde se dan las clases.
--Vaya al fondo a la derecha, último salón--
Por más que sea al fondo y a la derecha, nada tiene que ver con un baño. Al contrario, es un amplio sitio, que ahora describo.
Con cinco mesas, largas. Un ventanal frontal. Hacia el este. Cuatro cotinas de mimbre.
Pero luego de esperar algunos minutos, y salir a un patio, central, pregunto a una mujer la que me dice que es en otro sitio,a unos diez metros de donde estaba, y que la gente de teatro aún no llegaba.
Vuelvo a la oficina, y ahora recuerdo que tengo que inscribirme. Cuándo pregunto esto, me dice el tipo de la mesa de entrada:
--No, ya no hay vacantes. Porque para el viernes(hoy), ya está completo. No hay lugar. --
Lo escucho, y me quedo medio azorado. Pero el tipo continúa:
--Igual, se puede quedar a escuchar...eh. Después se inscribe para otro día--
Bueno, me quedo. Y enseguida llega un muchacho como de 35 años, de barbita, bajo, delgado. Me dice alguien :
--Es el profesor de teatro--
Me le acerco, y ya en una especie de bar dentro del mismo edificio, muy cómodo y agradable, por cierto, donde hay sillas y mesas, le pregunto por la clase, y al decirle mi tema me dice con tranquilidad:
--No hay lugar, pero venga que igual puede empezar; no se haga problema. --
Entramos unas quince o dieciseis personas, la mayoría mujeres de entre, veamos, 30 años y 70.Dos varones; un hombre como de 45 año o 50, y el profesor. O sea, somos tres hombres, y unas 13 o 14 mujeres. Siempre las mujeres protagonistas de esta vida. Por lo menos, la de estos últimos 30 años.
Nos sentamos en circulo. Se llama el grupo La Rueda que rueda. Muy lindo. Por cierto, lo hacemos en círculo. Ya veía buen clima. Pero yo estaba bien, eh. Esa es la base. Cada uno se presenta. La mayoría había empezado el año pasado. Se conocían. Dos o tres éramos nuevos. Dan nombre, y algun dato. Yo les digo que quiero hacer esto, por diversión, por terapia, para hablar mejor y porque me gusta hacer cosas nuevas. Les digo que soy humorista, y que trabajo en internet. Que soy multifacético. Estudio ciencias, escribo, dibujo, pinto, "hago" escultura en yeso. En fin....Cada uno decia algo. Yo lo que quise decir. Y la verdad, como ustedes saben. De nada sirve mentir. Hubo gente que habló de que quería dejar la depresión,otros porque querían salir un poco más, otros, que era una asignatura pendiente.
La verdad, me senti todo el tiempo,las tres horas bien. Ah....no pagué, y resutó una clase de terapia gratis. Claro, la repito. Seguro. Me encantó.
David Viñas, tal el nombre del muy buen hombre, símpático, y con una didáctica que casi me hace llorar de emoción. Por lo creativa, divertida,eh. Dice :
--Nos ponemos en círculo, y estiramos lo brazos, movemos lo pies, respiramos...--
Genial. Expresión corporal.
--Caminen, en todo el lugar, mirense a los ojos,---
En realidad una clase tan bella, y nueva, que me hace sentir orgullo por la vida, por mi nueva vida, por la creatividad de la gente, y claro, no faltaron mis chascarrillos.
--Yo me autogestiono(cuando se hablaba de trabajo) , ando en taxi y micro para aqui y para allá.---
Risas. Luego otros ejercicios. Nada de anotar, eh. Práctico, bien práctico.
Dice el tipo:
--Hay que desarrollar la atención--
Ahi me llamaron por teléfono.
Y en realidad, hubo tanto en tres horas, que este relato va en dos o tres partes.
Pórque al final, la última hora: hicimos una pequeña obra de teatro, de cuatro personajes, cada obra, y fueron cuatro escenas. Improvisación. Lo que salga. Eramos ya, 16. Yo, actué por primera vez en mi vida. Y ¿saben?...usé un texto que habia escrito yo, y lo conté como preparación a los otros tres, de memoria.
¿Qué no es posible?. Todo es posible en la dimensión descocida. Y aunque usted no lo crea, de ripley.
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