Había llegado del Parque. Y tenía que ver el partido de fútbol en televisión, River-Vélez, con mi papá. Entonces, luego de escribir la crónica de la salida al Parque, me preparo el mate para llevarlo a la casa de mis padres. Cuando salgo con el termo y todo listo, están los amigos de mis padres, charlando. Le hago algunos chistes:
--Hey...¿qué tenes en la remera?...¿qué dice?...hay que ponerse algo en castellano...como Alpargatas, o Argentina...Yo soy argentino ¿y usted?..o ¡Viva el Papa Francisco I!...
Ana se rie Y me siento para conversar algo con todos ellos.
Hablaban de los registros de voz. Octavio es cantante lírico. Y yo le decía que me gustaba todo el rock. Me contestaba su gusto por toda la música,pero sobre todo la buena, que el considera.
Comentaba sobre cómo son los cantantes; que una cosa es su voz cuando hablan y otra cuando cantan.
También les dije que había leído en el parque a Osho, con el cual estoy totalmente de acuerdo.
--La gente esta envidiosa del que es feliz. Lo envidia. Sólo están bien hablando de cosas feas que le pasan. Como unidos en la desgracia.
Ana:
--Si, no te conté que yo me fracturé--
-.¿Y yo no te conté que me fracturé el cerebro hace como un año?...cada vez estoy peor....jaa!--
Se ríen todos.
Les contaba sobre mi separación y mi actual estado.
--Al principio, medio mal...ahora peor!...no!...he mejorado porque hago lo que quiero,y aprendo rápidamente de todo..--
--Ya vamos a hacer algo de comer--
Dice Wayra.
--Si, a ver si te vienes un día. Ya hice un plato de fideos.
--¿Pero con salsa?.
Pregunta Ana.
-No, asi no más...como para empezar. Primero lo bien fácil.-
Y nos cuenta que no va a invitar a comer comida china.
--Si, es como todo. Hay que variar...lo digo en el sentido de los hombres--
Y miro a Wayra,que se me ríe.
--Claro, hay que condimentar--
Me dice.
--Por eso, yo hago todo tipo de cosas....Veo vídeos, pero de música, eh...--
Me miran y se rien...
Y yo me sonrío.
Así pasan alguno minutos y se van, ya que estuvieron almorzando en la casa de mis padres. Luego piqué algo. Algún quesito y mortadelita. Después, el partido. Salió cero a cero. Los saludo a los viejitos, y me voy a mi casita. Ceno ñoquis. El 30, no el 29. Pero vale. Aunque usted no lo crea. De ripley. En la dimensión descocida y desconocida.
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