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viernes, 25 de octubre de 2019

CAMILA.

Tocan la puerta. Abro.
Es Camila, la vecina, con unos lentes ahumados, como los que uso yo, últimamente, por mis problemas en la vista. Me dice:
--Disculpame. Vos no tendrías plata prestada, y te la devuelvo esta noche,porque me han cortado la luz?
--No, no.
--Bueno, no te preocupes. 
Y se va.
Después pienso: "no, no  me preocupo.Mejor preocupate vos por tener al día, el servicio de corriente".


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