Fernanda me llama desde afuera. Desde detrás de la ventana. Y me muestra un zapatito.
--Sa le cayó,-parece- a tu vecina del segundo piso.
Agarro el calzadito, y lo guardo.
--Gracias, Fernanda. La otra vez, también se le cayó una sandalia.
Y ahora pregunto: "´¿en qué pasos andará Fernanda?"...jaaaaa
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