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jueves, 28 de febrero de 2013

LOS POBRES DE ESPÍRITU QUE CONOCÍ EN SAN MARTÍN, MENDOZA. 1 Parte.

Siempre existen personajes en una ciudad. Sea grande o chica. San Martin, fue y  es, una ciudad mediana, entre una como Mendoza, y otra como San Rafaél,  al sur de la provincia. En esta, en la que viví 40 años, y de la cual, me quedan muchos recuerdos, buenos, regulares, y muy malos, también muy bellos,por cierto, durante los años 70, existieeron personajes mayores que yo, -entre diez y venite años más y otros no muy lejanos a mi edad de 12 a 35 años- que se los podría considerar, linyeras, buscavidas, enfermos o excéntricos. En los 70, existió un ultrafanático hincha del club de fútbol popular de la ciudad, Atlético San Martin, los albirrojos, desperatador de pasiones increíbles. Este individuo, llamado "Juan Acha", solía estar en todos los partidos que jugaba el rojo. Y puteaba rabiosamente, cuando alguno se ponía en contra de San Martín. Perseguía a los que lo molestaban, cuadras y cuadras. Era un fanático, pero que no tenía -creo- donde vivir. Vivia en el club. Lo ayudaban. Juan, era un apasionado, pero lástima que no fue contenido. Murió hace ya bastante.
El Chasquin, así apodado, era un flaco, que vivía con su madre. De frecuentes peleas con su familia. Y con evidentes trastornos. Su madre parece que también los padecía. Una vez-esto me pasó a mi- tocan ellos dos la puerta de mi casa. Año 80. La señora comienza a hablarme de un caso de divorcio muy resonado en la ciudad. Y de la magia "televisiva", refiriéndose a la televisión, a la que le atribuía poderes, y la culpaba de los problemas matrimoniales de la ciudad. (?). A cierta distancia, está Chasquin. Me mira, y me ve. Abre los ojos. Sobre todo cuando le digo a su  madre:
--Yo  también he tenido problems con mi psicología--
Chasquin, se toma la camisa, y se pone a un costado de la vereda. Baja la cabeza, y empieza a llorar desconsoladamente y me grita, eh,grita:
--¡Santo!..¡Santo!!---¡Santo!...--verdi2
Mientras me señala, y me mira azo-ra-do.
Nunca adverti la escena. Hasta que pasaron mis tres crisis de transpersonalidad. Entonces, pienso:
"santo no...si, un héroe, un  héroe más...¡como él!....Claro, porque  fue internado en el hospital psiquiatrico El Sauce, donde yo, iría 26 años después de su grito. Y de donde saldria, yo, para empezar una nueva travesia desde 1996,hasta hoy, cuando cumplo 8 años en Mendoza, sin pareja, viviendo solo, ya que Marisa, vive sola en San Martín. La pregunta que me hago y algo arrogante ¿"soy yo un referente de estos personajes que por las cosas de la vida en  vez de emerger, se sumergieron?"....Yo, creo por lo menos trataré de ir por el camino que ellos no pudieron o no quisieron transitar: el de la felicidad y la libertad.

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