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viernes, 25 de enero de 2013

AQUEL PERSONAJE SIMPÁTICO Y ATLÉTICO.

Era el año de 1974.En San Martín, Mendoza.  Nos solíamos juntar con las chicas y los muchachos, sobre todo, amigos y amigas de mi hermana, en el hall de entrada de mi casa. O en la verja, de enfrente de la misma. En eso, pasan tres jóvenes, pero unos cinco o seis años mayores que todos nosotros. De gran contextura física. Sobre todo uno de ellos. Alguien de nuestro grupo les grita algo. Al llegar al final de la cuadra, se detienen, y regresan sobre sus pasos. Uno de nuestros amigos-éramos como cinco o seis, nosotros, entre chicos y chicas-. dice por lo bajitoñ(se llama Rubén, porque aún vive):
--Voy a tener que hacer uso de mis cualidades de yudoca---
Llegan los tres hasta mi casa.El "urso", como se lo bautizó desde ese día, se puso a charlar con nosotros de no sé que, y al final, a mi, me da unas palmaditas en el hombro, y sonriendo se va sin hacer ningún lio.
Así quedó establecido como el "urso", Media uno noventa,por lo menos.Y parecía fisicoculturista.Grandes hombros, y brazos.
Con el pasar de los años lo seguimos viendo. Yo, lo  veía pasar en bicicleta. Siempre decía algo. Es de los que yo llamo participativo. Como yo hago en estos años, con la gente de Mendoza.
Una navidad, pasa con un paquetito, chiquito en su bicicleta, y me comenta:
---Es para la abuela y morfar después de noche buena!---
Algo asi, Fue una chanza, simpática.
Otra vez, solia ver a mi amigo Juan Carlos, cuando estaba él, con su novia y soezmente, le decía a  Juan, mientras la novia no escuchaba:(estaban en el banco de una plaza):
---Metéle la mano en la concha!...
Y la novia le preguntaba;
.--¿Qué dice, que no escucho?---
....Nada, nada...-le contestaba Juan-.
Fue un personaje. Yo lo vi en 35 años, diez veces, mas o menos. Solía decir algún chiste. O saludar con amabilidad. Lo vi en algún baile, de fines de los ochenta, contratado de patovica. Se decía que era albañil, pintor, un obrero.
Antes de venirme para Mendoza, capital,lo vi, Mas o menos, en el 2000. Preguntó qué era de mi vida, y si me había casado. Me habia visto caminar con Marisa, mi actual ex-.mujer.  Desde aquel año, no lo localicé más. Hoy -si vive-.tendría unos 63 o 64 años, mas o menos. Le calculo...va!, Son esas personas que uno ama desde el poco conocimiento. Sin haber compartido más que algunas pequeñas situaciones, a  veces, cómicas o de simpatia. ¿Serán gente que pasa por la vida para alegrarnos un rato cuando pasamos tanta desolación?. Yo en los setenta y ochenta, no era como ahora,amigos.Me decia mi madre "el humorista triste",  Pero gracias a Dios o al universo, ya no soy triste. Soy feliz y lleno de gracia. Porque las penas algún día se van. Y cuando las alegrías se quedan...lo pueden hacer para siempre,,,¿De que depende?. De cada uno. De nosotros.

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